Paseaban Dotty y Ruth dos mamás leonas, en su acostumbrado encuentro semanal, por la sabana africana...
Dotty: ¿como está tu cachorro
Ruth: fatal, no hay quien pueda con el, es que no lo aguanto!
Dotty: ¿qué ha pasado?
Ruth: La semana pasada, tu cachorro y el mío se fueron juntos al lago y cuando volvió a casa… que horror, no había por donde cogerlo. Lleno de rasguños, sucio, maloliente y alterado como un loco sin parar de hablar. Le he castigado 1 semana entera sin salir, y ahora no me habla. ¿Y tu que hiciste?
Dotty: Cuando llegó a casa le cure las heridas, le ayude a darse un buen baño, hasta que dejarlo blanco como la nieve, peine con cuidado su melena y me senté a su lado a escuchar sus maravillosas locuras… a mi si que me habla.(ABP)
3 comentarios:
Vaya lección nos has dado a unas cuantas. Lo pondre en practica.gisell
Hola Aurora, acabo de leer el cuento de la sabana africana. Realmente genial. Todos tendriamos que tomar ejemplo.
Esto perfectamente se debería de aplicar a nuestros hijos.
La mayoría de las veces los castigos y enfados no sirven de nada, es más a veces hacen el efecto contrario. Sin embargo el diálogo, la ayuda y la confianza nos acercan más a nuestros hijos.
Mi opinión, claro está.
Adelante Aurora.
Carme
que manera de pensar tan increible,me gusta
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