domingo, 22 de julio de 2007

El Sr.Juan mi padre

A lo lejos, escucho los acordes de la canción "Que será" (canta José Feliciano) y ... he vuelto a recordar. Mi pequeño corazón ha sonreído y se ha inundado de amor.

El Sr.Juan, como todo el mundo le llamaba, era un ser noble, severo, divertido, impredecible, sensible y de carácter algo complicado. Parecen demasiadas contradicciones, pero así era mi padre. En un soplo, he recordado, cuando dejaba esa parte severa y me sorprendía con su nobleza y comprensión.

De pequeña, me llevaba con él, a ver espectáculos de lucha libre. Ibamos los dos solos, no veas lo importante que yo me sentía.

Cuando tenía 18 años, a mi novio le denegaron su primer permiso en el servicio militar, era un mar de lágrimas; supongo que no pudo verme así y en un arrebato cogió a toda la familia (5 personas), saco billetes, reservó dos habitaciones y nos pusimos en marcha para ir a ver el soldadito; todo y que en esa época, la economía familiar no era buena, lo que supuso un gran esfuerzo para él.

De adolescente, una noche me sorprendió llevandome a ver "La aventura del poseidón". Salir con él de noche, era todo un lujo, que no todo el mundo tenía el privilegio de conseguir; me sentí... muy afortunada.

Y la guinda; lo que hoy me ha hecho recordar..., fue el concierto de José Feliciano, que tanto me costó convercerle, para que fueramos juntos. Se sorprendió asimismo, cuando Feliciano con su maravillosa voz, empezo a cantar... "Están clavadas dos cruces, en el monte del olvido..., vi como el Sr.Juan se emocionaba. Conectó con su música y desde ese momento, el concierto dejó de ser simplente eso, para convertirse en un compartir padre e hija, que llenó nuestros corazones de infinitas emociones. Al finalizar, todo el mundo se dirigía a la salida, pero el Sr.Juan me pidió que me quedará en mi sitio, que volvería enseguida. El tiempo pasaba... ya no quedaba casi nadie en el estadio, y papá no había vuelto. Empezaba a preocuparme, cuando... a lo lejos le veo corriendo como un chiquillo, que ha hecho un travesura y viene hacia mi emocionado,casi sin habla. Llevaba un enorme rollo debajo del brazo. INCREIBLE!!! había saltado las vallas prohibidas, donde estaba colocado un inmenso poster de Jose Feliciano y mirandome entusiasmado me dijo: "Para que mi niña, lo ponga en su habitación", le abrace y como no... lloré emocionada. El Sr. Juan, mi padre, tan impredecible como siempre, me había sorprendido una vez más.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Se nota que lo querías muchísimo.Maravillo escrito lleno de dulzura.Felicidades,me encanta tu blog, sigue escribiendo.SRP

Anónimo dijo...

Es de una sensibilitat extraordinaria. Vaig emocionar-me quan el vaig llegir per primera vegada. Moltes felicitats Carinyo.Joan

Diana Puig dijo...

El 28 de septiembre cumplí años y en esa semana recibí muchos regalos y felicitaciones de mi familia y amigos algo tan importante para mi como que se acuerden y se molesten en hablar conmigo y desearme un año bueno, pero el más precioso fue el que me regalo mi querido cuñado Joan me dio la oportunidad de conocer de nuevo a un ángel dándome tu blog algo que habíamos hablado varias veces, entre pasteles, familia...le decía que por primera vez leía con la sensación de creer poder escuchar tu voz, estas conmigo igual que siento que estas con mucha gente, te felicito es un gran regalo que podré disfrutar siempre, muchas felicidades Aurora y encantada de conocerte.

Sobre esta hermosa historia no encuentro las palabras adecuadas porque esta tu alma, si lagrimas, he aquí el sentido de la vida.